Recién comenzando el 2025, no tenemos certeza de si la llamada «Trampa de Tuscídides» se cumplirá; nos referimos a aquella tesis propuesta por el profesor Graham Allison que proyecta una tendencia hacia la guerra cuando una potencia emergente (ejemplificada por Atenas) desafía el estatus de una potencia dominante (ejemplificada por Esparta), en el caso que nos interesa China será la potencia emergente y desafiante y Estados Unidos será la potencia hegemónica y desafiada.
Algunos oficiales de la marina estadounidense como la almirante Lisa Franchetti jefa de operaciones navales y el retirado ex-comandante supremo de la OTAN, almirante James Stavridis le han puesto fecha a las hostilidades con China, James Stavridis ha escrito una novela de geopolítica ficción al respecto.
Pero en lo inmediato de nuestro umbral de tiempo estratégico, lo más probable es que durante el primer semestre del este nuevo año los países del Sur Global Chile incluido, presenciemos solo una activa y fluida guerra fría, con guerras comerciales y de divisas, así como acusaciones de operaciones híbridas en la zona gris tales como ataques a los cables submarinos y a las redes digitales, pasando todo esto, por una guerra comunicacional y cognitiva.
Chile es un país tricontinental, formalmente soberano e independiente, ubicado en un barrio complejo, y que comercia con todo el mundo y aspira a seguir haciéndolo. No obstante nuestro país y favor disculpar lo cursi al parecer está inserto en un coloquial triángulo amoroso, como consecuencia de su ingenuidad prospectiva. En efecto China es nuestro mayor socio comercial y Estados Unidos nuestro más importante socio estratégico junto a Gran Bretaña y la por lo general discreta, continuidad de la geopolítica brasileña.
Ya se alzan en Chile, voces en favor de una pragmática neutralidad, parafraseando a Trotsky podríamos decir que puede que la competencia geopolítica mundial no nos interese, pero tal vez a ella si le interesamos, nuestro comercio con China puede generarle ruido a la Guerra Arancelaria de Donald Trump, y nuestra participación en el RIMPAC, un ejercicio naval multinacional a todas luces hegemonizado por la US NAVY, también puede implicar costos políticos y económicos que algún día China pretenda hacernos pagar.
El presidente John F. Kennedy, interpretando libremente un pasaje de “Infierno”, la primera parte de la obra de Alighieri, «La Divina Comedia», señaló: ‘Los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que se mantienen neutrales en tiempos de crisis ’”
Sin duda, nos será difícil como chilenos mantener nuestra autonomía político-estratégica. El debate recién comienza.
MANUEL DURÁN