En 2009, cuando se realizó un acto similar por los 25 años del mismo tratado de paz, Benedicto XVI lo celebró con las entonces presidentas de ambos países, Cristina Fernández y Michelle Bachelet. Hoy el papa Francisco evocó aquella jornada.
El desplante del gobierno argentino de Javier Milei a la invitación que hizo el papa Francisco tiene razones domésticas y externas, según fuentes diplomáticas argentinas. Las razones oficiales, explicitadas por el canciller argentino Gerardo Werthein en las últimas horas, apuntan en un supuesto enojo del mandatario argentino con el presidente chileno Gabriel Boric, quien en la reciente cumbre del G20 se diferenció al exponer sobre el rol del Estado.
Según fuentes de la Cancillería argentina que prefirieron permanecer en el anonimato en el Gobierno siguen pensando que «el Papa juega políticamente» y no ven casual la mención de hoy a Cristina Fernández. En medio de un fuerte hermetismo, dan como ejemplos el ofrecimiento de disculpas públicas de Milei al Papa por haberlo descrito alguna vez como «el enviado del Maligno en la tierra» y su encuentro cara a cara de febrero pasado, pero nadie pudo explicar por qué, a falta de Milei o Werthein, no se envió al Vaticano al menos al vicecanciller Eduardo Bustamante, de mayor rango que el embajador Beltramino. «Un papelón», comentó otra fuente diplomática con reserva de su nombre por temor a la represalia oficial.
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En tanto en Chile, se restó importancia este lunes a la ausencia del canciller argentino Gerardo Werthein en la ceremonia que se realizó en el Vaticano por los 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina, dejando en claro la política del Palacio de la Moneda y del edificio Carrera (ministerio de RR.EE.):“Nosotros mantenemos y defendemos las relaciones diplomáticas con todos los países, porque entendemos que las relaciones diplomáticas existen para vincular a nuestros pueblos, independientemente de los gobiernos de turno”, explicó la vocera del gobierno Camila Vallejo.
En cuanto a la ceremonia que encabezó el Papa Francisco en Roma, la vocera chilena señaló que “la conmemoración de los cuarenta años del Tratado de Paz de Chile y Argentina, es un hecho muy importante, tanto así que el propio canciller ha hecho una intervención en el Vaticano respecto a esta materia con la presencia del Papa”.
En opinión de la vocera chilena, es Argentina la que debe responder por enviar una representación diplomática de segundo orden en la ceremonia.
En cuanto a lo explicado por el canciller argentino Wertheim al canal TN, este señaló que en el G20 “tuvimos algunas circunstancias que aconsejaban que este no es el mejor momento para hacernos presentes personalmente”.
Tanto la molestia con el Papa Francisco , así como la molestia con el presidente chileno,comiezan a aparecer como los indicios de una estrategia internacional argentina para “patear el tablero”. Con un transfondo de un litigio o un conflicto limítrofe de envergadura y que comienza a manifestarse con sus primeras señales.
A veces las brisas se transforman en vientos, y éstos, en una Tormenta Geopolítica.
