Los titulares de los medios de comunicación atlantistas, leen advertencias a Rusia para que no ataque y para que retire sus propias tropas lejos de la frontera ucraniana, dentro de su propio territorio por el bien de la paz, mientras que al mismo tiempo inflan a Kiev con una confianza basada en el apoyo para hacer precisamente eso: escalada de la guerra en el Donbass hacia un escenario potencialmente bélico.
Dado que Moscú ya ha entregado la ciudadanía a los residentes de las repúblicas separatistas, además de ejecutar muchas formas de “integración” burocrática en el Donbass, podemos ver claramente que la región es de facto rusa nuevamente.
Esto significa que un ataque masivo de Kiev se enfrentaría con una respuesta de fuerza completa de Moscú, el “carácter ruso” de la región ahora se ha vuelto esencialmente no negociable – “ni un paso atrás” se puede dar como dijo Stalin. Con tantos “instructores” y otros activos de la OTAN trabajando con Kiev, es abrumadoramente probable que un contraataque ruso a cualquier ofensiva mataría a algunas tropas extranjeras. También podría afectar a la red silenciosa pero no oculta de bio-laboratorios respaldados por Estados Unidos que se extienden por todo el país, y cuyo contenido es de interés crítico para el Departamento de Defensa de la superpotencia americana.
Este escenario parece un barril de pólvora muy seco esperando una chispa para comenzar la Tercera Guerra Mundial, Kiev parece que lanzará un ataque temerario creyendo que será apoyado por la OTAN al igual que lo hizo Saakashvili en 2008, solo que esta vez, Estados Unidos y sus satélites de la OTAN, podría en realidad brindarles el apoyo adecuado que desean, lo que conduciría a una escalada hacia una confrontación directa. Al parecer, así es como se ve el escenario desde la óptica del análisis político ruso…, pero las cosas no siempre son lo que parecen.
Según los más suspicaces, después de Afganistán Washington ha tenido la paz que necesitaba para centrarse nuevamente en tratar de quebrar a los rusos.
Por otro lado, la situación interna estadounidense aparece como precaria, en efecto, a medida que pasa el tiempo, la Fed sigue imprimiendo niveles de hiperinflación en dólares, los problemas internos aumentan y el trono de la Hegemonía Global parece estar muy tambaleante.
A diferencia de los augurios apocalípticamente pesimistas y que parecen dominar los medios alternativos, analistas internacionales no se descartan que las acciones de Washington en Ucrania son quizás una estrategia de negociación que se está enmascarando.
El Momento Multipolar
Tal vez la inercia de la Geopolítica de los Estados, conduzca a que casi imperceptible y sutilmente ya el Orden Multipolar se esté imponiendo, pero es la forma de ese Orden Mundial Multipolar, la que ciertamente aún está en debate, para decirlo elegantemente, o en negociación o incluso en una pelea para decirlo más gráficamente.
Si tuviésemos que establecer escenarios de “juego de guerra” para que Estados Unidos siga siendo un ganador en un mundo con poderes en competencia, entonces llegaríamos a la conclusión de que probablemente estamos en uno de los mejores momentos para llegar a acuerdos con respecto a estas posibles nuevas esferas de influencia. Según el analista estadounidense Tim Kirby miembro de Strategic Culture Foundation: “Podríamos estar ahora mismo en una especie de momento de Yalta en los últimos días del Mundo Monopolar.”.
De hecho, si este escenario no fuese tomando cuerpo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, no habría tenido que denunciar públicamente la idea de que Rusia tenga una esfera de influencia a . Esta afirmación se hace eco de la misma lógica que la expresión “el punk no está muerto”. Si la música punk aún fuera vibrante y viva, nadie tendría que intentar convencernos de lo contrario con una frase pegadiza impresa en su camiseta. Así que Rusia no tiene “derecho” a una esfera de influencia significa que Rusia está ganando o ya posee una esfera de influencia. Nadie tenía que decir esas cosas durante el período de Yeltsin.
Si Washington, mientras aún conserva ventajas estratégicas significativas respecto a sus competidores,llega a un acuerdo para el diseño del mundo multipolar, el acuerdo podría resultar bastante conveniente , dando a Estados Unidos iniciativa e influencia en la mayor parte del mundo.
Posponer esta iniciativa para dentro de diez o veinte años podría arrojar resultados mucho menos convenientes. Tal vez en las próximas décadas, cambie la perspectiva acerca del momento histórico por parte de Rusia
Geopolíticamente hablando tal vez estemos en los albores de un momento multipolar, y Washington aún puede sacarle provecho.
Manuel Durán Morgado
Santiago de Chile
12-12-2021
Imágenes ukrinform.net, Reuters
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