La simulación realizada por el programa Science & Global Security de la Universidad de Princeton en 2019 muestra como se desarrollaría una guerra nuclear y las consecuencias que tendría en las primeras 24 horas
El programa de Ciencia y Seguridad Global (SGS) de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, realiza desde 1974 investigaciones y análisis que buscan mejorar las políticas internacionales para conseguir un mundo más seguro. En 2019, este departamento realizó una simulación de un conflicto nuclear entre Rusia y los países de la OTAN con el objetivo de mostrar las consecuencias potencialmente catastróficas de los planes nucleares de Estados Unidos y Rusia. SGS ya consideraba hace tres años que el riesgo de una guerra nuclear se había incrementado desde 2017 conforme “las grandes potencias han abandonado tratados por el control del armamento nuclear, desarrollan nuevos tipos de armas nucleares y aumentan las circunstancias en las que podrían usarse armas nucleares”, según se explica en la web de SGS.
La simulación, denominada Plan A, fue llevada a cabo por un equipo encabezado por Alex Wellerstein, historiador de ciencia especializado en la historia de las armas nucleares, y Alex Glaser, doctor en física y profesor en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Princeton. De acuerdo con SGS, Plan A “se basa en evaluaciones independientes de las posturas actuales de las fuerzas estadounidenses y rusas, los planes de guerra nuclear y los objetivos de las armas nucleares. Utiliza extensos conjuntos de datos de las armas nucleares actualmente desplegadas, rendimientos de las mismas y posibles objetivos, así como el orden de batalla estimando qué armas van a qué objetivos, en qué orden y en qué fase de la guerra para mostrar la evolución del conflicto nuclear desde las fases tácticas, estratégicas y de selección de ciudades”.
Las estimaciones de muertes se basan en los datos que ofrece NUKEMAP y recoge solamente las que se producirían en las primeras 4 horas y media. En un escenario real, el número de muertos aumentaría exponencialmente en los días y meses siguientes por efecto de la radiación, la lluvia radioactiva y otros efectos a largo plazo.
En la simulación de SGS, Rusia lanza un primer misil de advertencia ante el avance de las fuerzas de la OTAN desde una base cerca de la ciudad de Kaliningrado. La OTAN responde con un único ataque aéreo táctico.