De cara a el comportamiento regional de China y de su continuo fortalecimiento militar, Japón parece vincular cada vez más su propia seguridad con la de Taiwán.

En las actuales y contingentes circunstancias, muchos analistas especulan sobre las condiciones en las que Japón podría optar por participar activamente en la defensa de Taiwán tras una invasión china de la isla, así como el papel que Japón podría desempeñar en tal escenario.
¿Japón intervendría si China invade Taiwán?
Recientes comentarios de un grupo de altos funcionarios japoneses han sugerido que Japón considera cada vez más que su propia seguridad nacional depende en gran medida de la situación futura de Taiwán, y que puede haber un cambio creciente en la disposición del país a acudir en ayuda de Taiwán en caso de un intento de invasión china.
A principios de este mes, la agencia de noticias japonesa Kyodo informó de los comentarios realizados por el viceprimer ministro japonés Aso Taro durante un acto de recaudación de fondos para un legislador del Partido Liberal Democrático. Durante el acto, el viceprimer ministro habría dicho a los asistentes que un problema importante en Taiwán podría suponer una “situación de amenaza para la supervivencia [de Japón]”.
Si Taiwán fuera invadido, dijo Aso, Japón “tendría que pensar bien que Okinawa podría ser el siguiente [objetivo]”.
Los comentarios del viceprimer ministro siguen a los del viceministro de Defensa de Japón, Nakayama Yasuhide, que el mes pasado dijo que el mundo debía “despertar” ante la amenaza que supone China para Taiwán y la necesidad de proteger la isla “como país democrático”.
El ministro Kishi Nobu japonés de Defensa, Kishi Nobu, ha vinculado directamente la seguridad de Taiwán con la de Japón, afirmando en una entrevista tras la incursión de un récord de 28 aviones de guerra chinos en el espacio aéreo taiwanés que la paz y la estabilidad de Taiwán “están directamente conectadas con Japón”.
Los expertos han sugerido que estos comentarios apuntan a una creciente disposición de Japón a acudir en ayuda de Taiwán si lo pide Estados Unidos o si el conflicto implica una agresión china dirigida contra islas periféricas bajo control japonés. En el caso de una invasión china de Taiwán, también es posible que Japón se vea arrastrado al conflicto como resultado de los ataques chinos contra las fuerzas e instalaciones estadounidenses en Japón y contra las Fuerzas de Autodefensa japonesas, en un intento de sacarlas rápidamente de la lucha para conseguir un rápido hecho consumado.
Cambio de la arquitectura y estrategia militar japonesa
A raíz del aparente cambio en la voluntad japonesa de apoyar los esfuerzos militares para defender a Taiwán, algunos expertos han comentado la necesidad de que Japón busque capacidades militares que le permitan hacerlo con eficacia. Gran parte de estos comentarios se han centrado en el desarrollo por parte de Japón de nuevas capacidades de fuego de largo alcance. Japón ha estado tratando de mejorar sus capacidades antibuque como medio para contrarrestar la amenaza que supone la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN), y algunos han pedido que estos esfuerzos se complementen con armas de crucero y misiles balísticos de largo alcance capaces de apuntar a las bases militares y puertos chinos que apoyan sus capacidades de proyección de poder ofensivo.
Autonomía Estratégica, ¿Aliados o Protectorados?
Las dudas que se siembran acerca de la actitud y la presencia de los Estados Unidos en el Asia Pacífico en un futuro no tan lejano, han afectado la discusión política-estratégica en países tan disímiles como Australia, Corea del Sur y Japón. Así como perceptiblemente comienza un proceso de rearme basado en capacidades industriales propias en los países mencionados.
En el caso de Japón el debate en torno a una nueva voluntad política respecto a los aspectos geo-estratégicos va acompañado al desarrollo de sistemas de armas que mitigan y disminuyen la dependencia militar y tecnológica de los Estados Unidos,un camino muy similar al que está iniciando Corea del Sur.
Si bien algunos países a nivel de diseño y prototipo, se han embarcado en el desarrollo y producción de un caza furtivo, el debate es principalmente: naval , misilístico y en última instancia comienza a ser nuclear, todo orientado a tener una capacidad contraofensiva de largo alcance, independiente de un paraguas estadounidense.
En efecto, la autonomía estratégica que se deprende de una capacidad tecno-industrial propia, puede hacer la diferencia entre un Estado aliado y un simple protectorado.
Santiago de Chile 01-08-2021
Fuentes The Strategist, Japan Times,19fortyfive.com
Imágenes Japan Times