No hay acción sin reacción. Los movimientos estratégicos de un bando son respondidos de forma casi inmediata por sus antagonistas. Así funcionan las capas tectónicas del poder internacional: no hay espacio para el inmovilismo. Y la mejor táctica posible es dividir: Las viejas rencillas entre dos colosos reavivadas por el ¿Querido? Tío Sam comienzan a mostrar frutos en la Reunión anual del poderoso G20. Síguenos en esta apasionante conversación, a ratos debate, a ratos lisa y llanamente una discusión.