
La Victoria en La Haya por contundente votación, no desincentivará la escalada comunicacional y diplomática boliviana, no sólo se trata de sentarnos a invocar tratados y fallos, tal como pretende hacernos creer cierto ilusionismo diplomático.
La estrategia boliviana de desconocimiento de los tratados internacionales no se agota ni se detendrá con este fallo.
Por Manuel Durán
Porque la intención de quitarle territorio a Chile está plasmada jurídicamente en la Constitución del país altiplánico como objetivo estratégico permanente, el fallo, es sólo un hito más, en una escalada destinada a desconocer las fronteras pactadas entre los países.
Las instancias jurídico-políticos son aprovechadas comunicacional y propagandísticamente por los planificadores adversarios, para sensibilizar opiniones de otros países e internacionalizar el conflicto con el objetivo de desconocer el tratado de 1904.
Más allá del fallo puntual, la estrategia boliviana, demoledora del orden fronterizo continental, persistirá y sin duda, escalará.
Ante tales circunstancias, llegó el momento de una nueva estrategia por parte de Chile,más comunicacional y no sólo jurídica, pero sobre todo más política y global.
En efecto, la estrategia del país adversario, debe ser enfrentada y confrontada con un despliegue internacionalizado, cuyo objetivo sea el respetar las fronteras internacionales, pactadas y refrendadas por tratados, como la mejor garantía para la estabilidad y la seguridad colectiva internacional.
Una señal de la nueva estrategia chilena, debe ser sin duda el abandonar la Corte Internacional de La Haya, como ya lo han hecho varios países recientemente. Debemos comunicarle al mundo, que el Tribunal Internacional, al utilizar criterios políticos más que jurídicos, se convierte en una ventana de vulnerabilidad para los tratados limítrofes vigentes, para la integridad territorial de los países y para la estabilidad de una pacífica convivencia internacional.
Los bolivianos construyen un relato de victimización.
Los chilenos debemos responder con un relato, que además de desmentir comunicacionalmente la victimización boliviana; sea capaz de dar señales potentes a la comunidad internacional, que los territorios potencialmente involucrados les importan sobremanera a la numerosa población chilena que los habita, y que por lo tanto, importa su defensa y su integridad.
Santiago de Chile 1-10-2018