La cruzada de China contra las criptomonedas se acelera. Este viernes ha declarado ilegal toda actividad con estos instrumentos de pago digitales, que considera un problema para su seguridad nacional y para la de los “activos de los ciudadanos”. El veto en sí, anunciado por el Banco Popular de China (banco central) y una decena de organismos gubernamentales, no es totalmente novedoso; sí lo es su rotundidad y su alcance, mayor que otras prohibiciones previas.
El anuncio precipitaba el desplome de la cotización de estas monedas digitales. Las más de 9.300 criptomonedas que están listadas en la web de información CoinGecko registran una caída media del 5,7% con respecto a su precio de hace 24 horas. El bitcoin se dejaba a las 14.00 un 5,3% respecto a la misma hora del jueves, hasta situarse en los 41.450,8 dólares (unos 35.400 euros).
Los organismos gubernamentales indicaron que China, que había sido uno de los principales mercados para estas divisas digitales, desarrollará “nuevos sistemas” para combatir los riesgos que representan las criptomonedas. El Banco Popular precisa que el aumento en el uso de criptomonedas ha causado problemas en el “orden económico y financiero” y provocado la proliferación de actividades delictivas como “el lavado de dinero, recolección ilegal de fondos, fraude y estafas piramidales”. Quienes desoigan la prohibición serán investigados por posible responsabilidad penal, precisan.
NOTA DE LA REDACCIÓN
¿Emisiones de Carbono?
La prohibición forma parte de una serie de medidas en favor del medioambiente por un lado -la extracción de criptomonedas en los ordenadores exige un altísimo consumo de electricidad y provoca emisiones de carbono- , un buen pretexto, para aumentar el control del Estado sobre la economía y acotar los riesgos excesivos en el sistema financiero.