La planificación estratégica del Pentágono ofrece varias opciones para responder al surgimiento de una amenaza de conflictos militares de Rusia o China, pero todas ellas prevén la conducción de hostilidades intensas utilizando aviación , barcos o fuerzas terrestres, escribe el autor. Sin embargo, este enfoque ya está desactualizado; Los enemigos de Estados Unidos se están preparando para un tipo de guerra completamente diferente.
Mientras el Departamento de Defensa de Estados Unidos prepara planes para repeler una invasión militar del ejército chino en Taiwán o del ejército ruso en el Báltico, se están desarrollando estrategias y sistemas en Beijing y Moscú para eliminar la ventaja del ejército estadounidense. Tanto Rusia como China están tratando de evitar los escenarios para los que se preparan las tropas estadounidenses.
El Medio especializado en finanzas afirma que Rusia y China se están preparando para las “guerras del futuro”, donde los principales esfuerzos no se dirigen a un ataque a algún territorio, sino al daño electrónico o físico a las fuentes de información y los medios de comunicación, introduciendo el caos en vínculos gerenciales y logísticos, etc. Así, combinan las operaciones de información con el aislamiento del enemigo, evitando acciones que pudieran ser seguidas por una respuesta estadounidense. Se cita como ejemplo la operación rusa en Crimea.
Estados Unidos está listo para enfrentar a Rusia y China, el Pentágono ha desarrollado numerosos planes para contrarrestar al enemigo en caso de conflictos militares. Sin embargo, todos los planes del ejército estadounidense están destinados a llevar a cabo intensas hostilidades, y es necesario prepararse para una guerra completamente diferente. La revista estadounidense Forbes está convencida de ello.
Comentario de la Redacción
Evitando Escenarios
Rusia y China son conscientes de la aún holgada distancia que les guarda la ventaja tecnológica estadounidense en lo que dice relación con conflictos clásicos y guerras de alta intensidad.
Es por ello que las potencias desafiantes que aspiran a doctrinas de guerra que contemplen escenarios que les permitan hacer uso de igualadores estratégicos de bajo costo y de fácil acceso y difusión respecto a los Estados Unidos ,hasta ahora la potencia hegemónica. Por ejemplo apostar por misiles balísticos costeros y submarinos diessel-eléctricos para negar el mar circundante o presencial a grupos de portaaviones.
La conducción de la guerra requiere de un objetivo político claro, y las doctrinas y los medios deben subordinarse a ello. Miles de años después, todavía se escuchan los ecos de Sun Tzu: “El Arte Supremo de la Guerra consiste en Vencer sin Combatir”.
Santiago de Chile 30-01-2021
Fuente Revista Forbes
Imágenes Sciencenews, www.alainet.org,