Los primeros convertiplanos con rotores inclinables Bell-Boeing V-22B Osprey ordenados por Japón han llegado a su país de origen a finales de la semana pasada, mientras la nación asiática sigue lidiando con el dilema de dónde basar el polémico avión.
Dos Ospreys con las marcas de la Fuerza de Autodefensa Terrestre de Japón, o JASDF, llegaron a la base conjunta de la Fuerza Marítima de Autodefensa del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos-Japón en Iwakuni, cerca de la ciudad de Hiroshima.
Los Ospreys, que llevaban los números de serie JG-1701 (91701) y JG-1705 (91705), fueron enviados a través del Océano Pacífico en un portacoches comercial hasta el muelle contiguo a la base aérea. Y según los medios locales, serán ensamblados, revisados y probados antes de volar a otro lugar en Japón.
Según Bell, al menos cuatro de los Ospreys de Japón estaban listos para su entrega ya en 2018, aunque la saga de sus bases mantuvo el avión en una base del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos en Carolina del Norte antes de su entrega a Japón
Japón solicitó comprar 17 V-22B Block C Ospreys en mayo de 2015 bajo el programa de Ventas Militares Extranjeras del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Cinco fueron contratados dos meses más tarde en julio. El valor de ese contrato era de aproximadamente 332 millones de dólares, según las cifras presupuestarias del Ministerio de Defensa japonés.
El ministerio originalmente planeaba basar los Ospreys en una instalación ampliada en Saga, que está cerca de la ciudad de Nagasaki y base la recién formada Brigada de Despliegue Rápido Anfibio de Japón. Sin embargo, el gobierno regional y los lugareños se opusieron amargamente la medida, citando la falta de seguridad percibida por Osprey
El despliegue del Osprey por el JGSDF y el ejército de los Estados Unidos en Japón se ha enfrentado a una oposición prolongada por parte de parte de la población local, alimentada por una narrativa en torno al historial de seguridad de Osprey debido a una serie de accidentes y accidentes durante los primeros días de la aeronave
La mera descarga y el posible vuelo de prueba de los Ospreys ya ha desatado protestas de los lugareños en Iwakuni contra una mayor huella de las fuerzas armadas.
En respuesta a la oposición, el gobierno japonés planea basar temporalmente los nuevos Ospreys en Camp Kisarazu, al sureste de Tokio. Esa ubicación también basa la 1a Brigada de Helicópteros de Japón y una instalación de mantenimiento para American Ospreys con sede en Japón perteneciente al Cuerpo de Marines y la Fuerza Aérea.
Comentario De La Redacción: Armas y Nuevo Contexto
